Duchamp ha tenido una prepotente influencia en las neovanguardias de los años cincuenta en adelante, en todas las formas de alejamiento de la pintura (objetos y materiales del neodadaísmo y movimientos posteriores) o de violación de la frontera de la teatralidad, de la vida o del puro pensamiento (arte del comportamiento, performance, body-art y arte "conceptual").
Durante mucho tiempo la crítica ha considerado que al dar vida a estas invenciones, el artísta pretendía huir de todo significado, haciendo del "sin sentido" su propia bandera. Una poética similar ;a primera vista , parecería inscribirse bien en el clima del Dadaísmo,del que Duchamp fue, en efecto, uno de los máximos representantes, pero no tanto en el del Surrealismo, al que el artista se adhirió a continuación activamente.
En realidad, como la mayor parte de la crítica afirma, aunque con alguna resistencia residual, cada creación y cada gesto de Marcel Duchamp tiene un sutil significado, que en muchos casos se puede reconstruir recurriendo al código del hermetismo y de la alquimia.
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